Siemplemente por desatar un pensamiento a esta hora es lo que ha desencadenado que tenga ganas de escribir en el blog. Hace tiempo que dije que el estado natural del ser humano es el de felicidad aunque se empeñe en lo contrario, aunque usemos una mayor parte de nuestra capacidad e inteligencia contra nosotros mismos.
Con ésto, corroboro que cuando nos empeñamos en ser felices, lo somos, y que cuando nos empeñamos en dejarnos caer...vaya que si lo conseguimos. Todo depende de nosotros.
Muchas son las percepciones del alma cuando aún no las hemos clasificado, cuando por los bordes de nuestra pequeña cajita de percepción se nos escapan y no somos capaces de abarcarlo. Lo frustrante pero a la vez gratificante, es que cuando te das cuenta de lo que se te escapa entras en un estado de éxtasis y locura que te hace recoger ese derroche de sentimientos cual mariposa drogada.
Estos sentimientos son generados sólo, y digo sólo, por nuestra buena interpretación de los momentos, del estado innato de felicidad que llevábamos escondido y que reaparece ante tales o cuales circunstancias.
El manejo de nuestra mente hace con nosotros maravillas, nos muestra nuestra mejor cara, nos ilumina de una manera que somo incapaces de reconocer otro estado pasado que no fuese éste.
Qué o quién ayuda, también lo sé. Por eso ahora es el momento de compartir con más intensidad que nunca, para que los rayos de sol que salen como si de un vestido de flecos se tratara, lleguen a ser percibidos incluso por mi.
lunes, 28 de noviembre de 2011
LAS DOCE Y CUARTO
Publicado por ROCÍO 5 comentarios
Suscribirse a:
Entradas (Atom)