Si hay veces que no importa los pasos que des o lo que hagas con tu vida, siempre y cuando no los des en vano ni a ciegas. Esta es una frase un poco desgastada y dependiendo de los casos, una frase sin sentido. Una frase que no sirve para nada cuando los estándares establecidos por ella no los sigue nadie y nadie se preocupa por seguirlos, excepto las personas a las que no les incumbe el problema, ellos si que lo siguen a raja tabla. Es decir, que esta frase sólo se ha inventado para que la sociedad te controle y te meta dentro de un frasco que no existe. Porque al fin y al cabo, pasos a ciegas les damos todos y pasos inútilmente también. La experiencia es lo único que nos salva y no las advertencias que se dan de dientes para fuera e indirectamente.

No importa cuantas veces te rías de un asunto o te escandalices por otro, porque al final de la meta todo el karma te habrá estallado como un bombón relleno de mierda.

¿Que todos queremos hacer las cosas como nos de la real gana y bien hechas? Pues sí. Aunque hay veces que hacer las cosas con una rectitud extrema es tedioso e insípido. Pero cuando te sales de esa rectitud se vuelve todo patas arriba. Es decir, que tenemos que mantener el equilibrio todo el tiempo, y eso es jodidamente agotador...

Solo queda el esperar la recogida de la siembra y si compensan nuestras obras responsables con las caóticas o si dentro del caos existe un orden perfecto, ya se verá.