¡¡¡GRACIAS!!! A los que me han escrito, a los que me han dedicado un sitio en sus espacios, a los que me han llamado y a los que estuvísteis conmigo. Ayer ha sido un día IN-OL-VI-DA-BLE.
Me desperté emociaonada y dispuesta a demostrar que las supersticiones no existen, ¿martes y 13? bah, pamplinas...Conecté el messenger, llamé por teléfono y me vestí. Me fui al lidl, compré la merienda-dinner y me lo cargué al hombro (que así le tengo ahora...). Estuve cocinando como una loca durante tres horas. Luego, vino Pía y me ayudó a rematar, ¡y con flores!
La gente fue llegando y llegando y llegando y llegando...hasta por lo menos las 11 de la noche: españoles, austriacos, noruegos, fineses, belgas, daneses, italianos, alemanes...Bebimos, comimos y nos tumbamos en el jardín a lo "jipi",jejeje. Un ambiente en el que daba gusto estar y con buena música.
Pero todo esto, de repente se chafó cuando a las 12:30 vino nuestro "amable" vecino Peter a decirnos que nos fuésemos a nuestra puta casa, ¡jajajajaja! Pues si, ya era el momento de cerrar el chamizu.
Nos fuimos a nuestras casas (que por un día, afortunadamente, éramos las únicas que no teníamos que andar media hora). Susi y yo recogimos, limpiamos el vinagre que estaba por todas partes, con el que un francés se había rociado entero, incluído el pelo, para repeler a los mosquitos, nos servimos un té, "good night" y a la cama.

Día perfecto, digno de un martes y 13.

I'm very happy for being close to you, my darlings...