DO YOU WANT SOME TEA?

Extraño fenómeno que hace que la gente hable con otros mientras sostiene una taza de cualquier bebida entre sus manos. Quedar para comer es más incómodo, a no ser que la otra persona sea digna de confianza.
Pero creo que las mejores relaciones son las que comienzan con una cerveza entre manos. ¿Por qué? Porque la gente se acomoda en un bar y no en una mesa donde hay que estar estirado removiendo el azúcar mientras sostienes el ínfimo platillo. (Esta imagen está en mi cabeza por novelas tan pastelosas como "Emma" la cual nunca llegué a terminar).
Cuando se acaba la primera cerveza todo el mundo suele invitar a otra (¿quién invita a otro te?). Cuando vais por la tercera, la conversación es más fácil, la tensión sexual empieza a palparse y los flirteos son evidentes (la acción amorosa no se formaliza ni supone compromiso).
La conversación ha sido tan agradable que el cuerpo se empieza a soltar cada vez más, ambas personas necesitan exhibirse mediante un baile sexy donde se deja claro el arte en el acto sexual. Y aquí es donde empieza a patinar la cosa...
Hombres que menean el culo, mujeres que sólo tienen el ritmo en la punta de la nariz, porque lo demás va totalmente desacompasado, el "chou" de la cebolleta, donde los pies patinan en la baba observando el tanga sobaquero que la chica se colocó en el lavabo.
Deciden darse el primer beso en público mientras los demás les observan...oh-My-God! Las cervezas y la tensión sexual se funden en uno, creando una explosión de aspavientos que podría parecerse a los extraterrestres babosos y tentaculares de Los Simpson, dándose el revolcón del siglo.
Cogen las chaquetas como pueden y van andando hacia la cama más cercana. El camino es más largo de lo normal porque desde la primera parada apasionada en un portal, el resto son paradas en las esquinas estratégicamente colocadas para echar las cervecitas. Llegan a la casa. Huracán ¡CARTER!
Tras varios intentos se dan por vencidos. Finalmente la chica se desmaquilla y él intenta ponerse la ropa.
Ella hace una llamadita de emergencia para solventar el error y él sale otra vez con los amigos.
Conclusión: es mejor quedar a tomar el té.