jueves, 19 de marzo de 2009

EMPECEMOS POR LO BÁSICO


La mentira nos hace débiles. Con la mentira piadosa hacemos que los demás se ablanden ante las circunstancias. Mentir por mentir, sin más, es no amar.
La verdad está por encima de todo, amarga al momento pero justa con el tiempo. Es liberadora y por mucho que se quiera esconder, nunca se extingue. Siempre está como el aceite sobre el agua. Es simple y sin artificios. No está de parte de quién grite más. Y como dijo R.W. Emerson: "Toda violación de la verdad no es solamente una especie de suicidio del embustero, sino una puñalada en la salud de la sociedad humana".
Toda mentira tiene su fin; toda verdad tiene un gran futuro. No hay verdades universales y si las hay, caben en el ala de un colibrí.
Nosotros podemos empezar por nuestra verdad, la que no daña, la que nos hace mejores personas y la que, en definitiva, nos hace amar. La verdad no es desencanto, no es la caja de Pandora. Y si no es entera se convierte en aliada de lo falso.
Hay casos, en los que el problema no está en no decir la verdad, sino en buscar la causa de la mentira, de la falsedad.
¿Qué nos lleva a mentir? El miedo, la cobardía, nuestra debilidad.

7 comentarios:

Marina de Luna dijo...

Lo siento Ro, pero no estoy en absoluto de acuerdo con lo que dices. Creo que hay verdades gratuitas que sólo sirven para lavar la conciencia de aquel que las suelta por su boca. Este tipo de verdades puede que no sirvan para nada a la persona a la que se la transmites o incluso que le ocasionen un mal irreparable.

Además de esto está la omisión de la verdad, que por lo que dices supongo que también te parecerá mal. Yo no tengo por que escuchar las perlitas que algunas personas sueltan por la boca sin que nadie les haya preguntado. Yo no quiero saber si una amiga ha sentido vergüenza ajena de mí alguna vez, y estoy segura de que todos pensamos cosas de la gente que no nos gustaría que pensasen los demás de nosotros. Pues evidentemente las piensan! Y, coño, estoy segura de que no quiero saber si alguien piensa que soy una histérica, una pesada, que estoy gorda, o que mi peinado es una mierda! Estoy segura de que no quiero saber si mi novio piensa que mi mejor amiga está buena, por que si yo pienso que me tiraría al tío con el que me cruzo todos los días en la panadería no creo que le esté haciendo ningún mal, ni que se lo tenga contar! Para qué? Para que pase un mal rato sin ningún motivo?

Y sí, pienso que la gente dice verdades para lavar su conciencia, "te cuento esto porque no puedo vivir sin hacerlo".

Creo que la verdad está mal valorada, la sinceridad sobrevalorada. Yo sé que pienso en cosas, en muchísimas cosas que a la gente no le gustaría saber. Y no creo que sea la única.

Tampoco creo en la gente que piensa que ella no tiene nada que ocultar. O a caso le dirías a tu madre que quieres más a tu padre que a ella, o viceversa? Seguro que no.

En fin, creo que cada situación es un mundo y que cada vez es más difícil hacer afirmaciones universales que sirvan para todos los casos posibles.

Un besino;
Mandy*

Diego dijo...

Desde 2400 metros las cosas se ven con otra luz.

La montaña refresca.
La montaña delata a los que habitan la llanura.

Por eso cada día que pasa, y cada metro que subo, estoy más seguro de que el mundo de ahi abajo es un puto mentiroso.

Ya no creo en la verdad.
Ni en la mentira.
No creo en NADA.

Besos con nieve primavera

vane dijo...

me ha encantado lo del colibrí,
yo estoy contigo rocilyu

Saraninay dijo...

Y la verdad, iba a puntualizar algo similar a lo de Mandy, pero parece que se me ha vuelto a adelantar...

Lo cierto es que la verdad tiene muchas caras, Ro. La única verdad absoluta es que la verdad es relativa...

Jokin dijo...

¿Me estaré mandarinizando? ¿Me convertiré en un cara pomelo?

Estoy más en la línea de Marina yo también y sin que siente precedente. Más después de haber devorado "Sin City".

De hecho, el fin de semana tuve una conversación a colación de este artículo...

El Capitán dijo...

Es cierto que cada uno tiene SU verdad, pero que se acerca más o menos a LA VERDAD.

No pienso discutir la existencia de LA VERDAD. Pero existe. Más allá de vuestras más eróticas pesadillas. LA VERDAD no es relativa, ni va a devar de existir porque así prefirais creerlo.

Manhattan dixit.

Saludoooooooooooooos a todos los que me están viendo, a mi papá y mi mamá!!

Max Verdié dijo...

Mi comentario anterior era para esta entrada.

Pardiez.

 
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