Y TODA COSA TIENE SU AQUEL...

O todo aquel tiene su cosa...Aunque ese tema lo dejamos, jeje.

El caso es que el zorro pierde antes el rabo que las mañas, y lo de escribir a las mil de la madrugada siempre fue una hora perfecta para mi. Hoy creo que sólo me apetece teclear pero hay algo que espero que vaya saliendo, aunque no sé lo que es aún.

Siempre quise ser mayor, porque los mayores iban a sitios chulos sin dar explicaciones, sin depender de nadie y todo el mundo (por lo menos desde mi pequeña perspectiva) les admiraba. ¡Y no estaba equivocada! ¡Es genial! Los 25 es la edad perfecta a pesar de sus complicaciones, como todo. Este fin de semana ha sido uno de los mejores de mi vida y si ahora me preguntan que si me gustaría volver a mi infancia, sanamente contestaría: "¡Ni de coña!"

Todo esto para decir claramente, nada. Porque al decir nada (no en el sentido occidental) digo TODO (en el sentido oriental). Y ahora son las 2:14 de la madrugada y ayer estaba en un cuarto de colores porque llovía, pensando en lo que iba a hacer mañana que no es otra cosa que estar sentada, para así, ponerme en marcha el jueves en un tren de posibilidades deseando dormir el viernes tranquila, sosegada, calmada, suave, shhhhh...